jueves, 18 de abril de 2013

Storytelling* y pizarras digitales

Veamos unos enunciados emitidos por un organismo educativo autonómico:
  • "El continuo y creciente desarrollo de las TIC está produciendo transformaciones en la sociedad de las que es ya imposible permanecer al margen".
  • "Internet y sus múltiples aplicaciones influyen en el tipo de comunicación, de organización e incluso de trabajo o diversión configurando esta nueva Sociedad de la Información y del Conocimiento".
  • "Tratamiento de la información y competencia digital consiste esencialmente en disponer de habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar información, y para transformarla en conocimiento".
  • "La formación es el necesario apoyo que las administraciones deben prestar para no renunciar de antemano a participar activamente en las transformaciones que está experimentando la sociedad".
 Debió pensar dicho organismo, que la forma adecuada para llevar a la práctica estas maravillosas sentencias, era firmar un acuerdo con una multinacional tecnológica -que estuvo ciega a principios de los 80 y negó que hubiese futuro en el mercado de los ordenadores personales, sufriendo unas pérdidas históricas (no hace falta más datos, ¿no?)-. Pizarras digitales y tablets; "pupitres y pizarras inteligentes para alumnos más listos", titulaba el diario de mayor tirada de la zona. "Con esta dotación estamos a la cabeza de España en educación", vino a decir uno de los máximos dirigentes de la región en cuestión.

Umberto Eco, encontraría pocos ejemplos mejores para ejemplificar la perspectiva integrada. Pensar que, por el hecho de llenar las aulas de tecnología, el alumnado fuera a tener una mejor educación, ser "más listos", estar más adaptados a la sociedad de la información y el conocimiento, es el súmmun integrado.

Si analizamos los "ejes de actuación" de dicho organismo, para llevar a cabo su Plan TIC, encontramos que, el primer punto es la creación de "Aulas digitales"; ocupando la "Formación del profesorado" el tercer lugar, tras "Asegurar la conexión a Internet". Es decir, primero será necesaria la infraestructura y las herramientas. Compremos acero, metacrilato y grúas hidráulicas a canteros medievales ,debieron pensar, ya aprenderán ellos solos a usarlo (perdónenme por el símil tan exagerado). Docentes que, en muchos casos, como parece lógico debido a su posición y rol social, se adaptan a las condiciones actuales (permanentemente cambiantes) de la sociedad. Manejan habitualmente NTIC y agradecen, por lo tanto, tales recursos.

(extraída de http://ntgematamara3n.blogspot.com.es)

Sin embargo, existe otro gran abanico dentro de esta población (docente) que, precisamente parece haber sido consultada por Eco para poder describir la perspectiva apocalíptica. Docentes que, por desconocimiento, por desgana, o simplemente por convicción, consideran que las NTIC empobrecen el hecho educativo, las relaciones humanas y la propia sociedad. Docentes que han visto como en sus aulas han instalado pizarras digitales, blancas, impolutas. Pizarras que, en muchos casos, permanecen largas temporadas apagadas. Que son utilizadas como meros proyectores, cuando no, como pizarras tradicionales, salvo por el hecho de sustituir la superficie verde por una blanca, y la tiza por un lápiz digital.

¿Acaso no era previsible? ¿Quienes decidieron que el primer paso y fundamental, era comprar decenas o cientos de pizarras digitales, en lugar de formar a las personas que iban a utilizarlas? ¿Pedagogos? ¿Los propios maestros? 

Espero que llegados a este punto, el lector tenga su propia respuesta. Quizá intuya que pudieron ser políticos, influidos por grupos de poder/presión, que quizá pudieran haberse lucrado de alguna manera. Aunque, quizá dicha multinacional donara todo ese material.
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*El storytelling es el arte de contar historias. Christian Salmon, en su obra "Storytelling: la máquina defabricar historias y formatear las mentes" (2008), describe pormenorizadamente cómo se sirven, algunos políticos (y los mass-media), de historias inteligentemente creadas, para convencer a la ciudadanía (y a la audiencia), creando todo un entramado de pensamiento único, de consenso artificial emocionalmente impuesto. Historia que camufla intereses, que se superpone a los propios hechos, los tapa, los niega. Historia, narración, cuento, fantasía que destruye a la realidad.


jueves, 11 de abril de 2013

Pseudoperiodismo

Hay gente que parecen periodistas, pero no están comprometidos con el periodismo. Lo que hacen no es periodismo, porque no consideran al lector - o en el caso de la televisión, al telespectador - como un amo al que se debe servir. Consideran a su público con un frío cinismo: en el reino de los pseudoperiodistas, el público es algo que manipular. (John S. Carroll, redactor jefe de Los Angeles Times, 2004)

lunes, 8 de abril de 2013

El control social y Brad Pitt

El anteriormente citado Ramón Ignacio Correa, en su obra Imagen y control social (2011) expone:
Es cierto que hay una serie de necesidades primarias y básicas que no tenemos más remedio que conseguir, pero la inmensa mayoría de los productos y servicios que consumimos lo hacemos con base en falsas necesidades, falsas porque no nos pertenecen y están, en realidad, motivadas por los intereses de los mismos productores de mercancías de la sociedad de consumo...Es tal nuestra inclinación natural al consumo...que se podría considerar la religión que más practicantes tiene en todo el planeta. (p.71)
 La publicidad casi nos "obliga" a consumir, y el consumo, no nos olvidemos, es uno de los pilares fundamentales del sistema capitalista. En nuestra socialización primaria, se sientan las bases psicológicas que nos guiarán por los pasillos de este gran centro comercial que es nuestra sociedad.

Desde niños queremos más y más juguetes. Lo vemos en la televisión. Tenerlos te hace popular en la escuela y en la plaza, te hace sentir bien que otros sepan que tienes, en definitiva... tener te hace ser. Una vez sentadas las bases, creces y sigues queriendo tener. Pasas de ser un parásito consumidor dentro de la economía familiar, a ser un ciudadano consumidor (o consumidor ciudadano, no sé muy bien qué es sustantivo y qué adjetivo en este sentido).

El cine también colabora en sostener este sistema. No obstante, si uno es un cinéfilo (nivel intermedio), puede encontrar numerosas obras, que no pertenecen al mainstreet, en las cuales se critica las "bondades" del capitalismo. Pero, incluso, si uno no es del todo aficionado a la aplicación cinematográfica del artilugio inventado por los hermanos Lumiere, y solo ve películas de "cuando en cuando", si está atento (y mantiene una mirada medianamente crítica, alejada de la parafernalia), puede encontrar este tipo de mensajes dentro de obras muy reconocidas.

En repetidos casos, la voz para emitir estos mensajes, que muchos calificarían de "antisistema" en tono despectivo (son los mismos que pretenden la pertetuación de la situación actual), ha sido Brad Pitt. No entremos en valorar el por qué. Simplemente, si repasamos su filmografía, encontraremos personajes que, en algún momento del desarrollo de la acción, incluyen monólogos especialmente críticos.

En este caso, os recuerdo dos escenas, que tienen mucho que ver con lo expuesto anteriormente. El primero de ellos pertenece a la película El club de la lucha (Fight club, David Fincher, 1999) basada en la novela homónima de Chuck Palahniuk (1996).




La segunda escena es de 12 monos (12 Monkeys, Terry Gilliam*, 1995).


(especialmente a partir de 2:00)


Os invito, desde aquí a que busquéis el mensaje profundo de las emisiones televisivas y cinematográficas. Ir más allá de los efectos, de las caras bonitas, de los disparos, puesto que estos dos ejemplos son muy obvios, pero no son únicos.

*Terry Gilliam, ex miembro de los Monty  Phyton. Toda su filmografía está marcada por un ataque mordaz a diversas instituciones, descubriendo y describiendo de forma irónica los mecanismos de éstas para ejercer control social.

viernes, 5 de abril de 2013

Imagen y control social

¿Imagen y control social? Para entender esta relación es necesario profundizar...Veamos, imagen, medios de comunicación y control social. Mejor, pero solo hemos raspado la superficie. ¿Qué tal imagen, medios de comunicación, grupos de poder y control social? Sí, mucho mejor, pero claro...¿cómo legitimamos su poder? ¡Ah, ya está!: imagen, medios de comunicación, grupos de poder, democracia y control social. Pero hay un problema, estos dos últimos conceptos son contradictorios. Vale, entonces... Imagen, medios de comunicación, grupos de poder, democracia, totalitarismo y control social.¿Qué os parece?¿Lo dejamos así?



La imagen apela a nuestras emociones y éstas en determinadas situaciones tienen un mayor peso en nuestras decisiones que la dimensión racional. Lo inconsciente y lo consciente. Es obvio que no analizamos pormenorizadamente todas y cada una de las decisiones que tomamos a lo largo de un día (por no hablar de nuestra vida). Las emociones nos gobiernan en un porcentaje mucho mayor que el que somos capaces de admitir.

Si las emociones son tan importantes, cabría preguntarse por qué somos tan vulnerables a los estímulos externos. Si alguien trata de convencernos, mediante la palabra, sobre la realización de un acto que no deseamos realizar; convencernos racionalmente para cambiar nuestras creencias religiosas (o su ausencia); o simplemente convencernos usando verbos, sustantivos, adjetivos, etc acerca de la conveniencia de amar a esa persona, probablemente estarían realizando un trabajo infructuoso. Sin embargo, pueden convencernos mediante imágenes, de la necesidad de comprarnos un modelo de coche más caro, hacernos tener sed, sentir alegría o miedo, encontrar el amor de tu vida en cada portada de revista. La imagen, su significado, tiene una importancia capital para nosotros. 



Un significado que no es neutral. Un significado prefabricado, que deja muy poco margen de interpretación; aunque se le puedan dar ligeros matices, pues ahí radica la capacidad de quienes lo producen, para hacernos creer que somos nosotros los que tenemos el poder de interpretar, de decidir, de pensar. Fabrican imágenes, fabrican significados. ¿Variados? ¿libres? No. Limitados, opresores. Espacio de significado, de pensamiento, reducido. Por lo tanto, plano, predecible...controlable.

Y no somos conscientes de ello. O si lo somos, pero en un nivel muy profundo, racional, secundario. En un nivel en el cual no se toman las decisiones cotidianas, inmediatas ni, muy a nuestro pesar, las más importantes. Se convierten esos significados artificialmente creados por otros, en lo normal. En opinión de Chomsky (citado en la obra de R.I. Correa, Imagen y control social, 2011):

La fuerza de la costumbre hace parecer normal que el arte de la democracia resida en la habilidad y estrategia de los políticos y gobernantes en la "fabricación de consenso", un término eufemísticamente orwelliano que viene a ser lo mismo que "control del pensamiento". (p.42)







martes, 2 de abril de 2013

Mapa conceptual: La Condición Postmoderna - J.F. Lyotard


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lunes, 1 de abril de 2013

De enseñar y comunicar



Marco Silva, en su interesante y compleja Educación interactiva (2005), deja una sentencia que, a mi parecer, explica a grandes rasgos, la función docente hoy en día:

El profesor no transmite ya el conocimiento, sino que facilita el acceso a dominios de conocimiento de modo expresivamente complejo y al mismo tiempo, a un entorno que garantiza la libertad y la pluralidad de las expresiones individuales y colectivas. (p.236)
Me parece interesante destacar varios aspectos de dicha cita. En primer lugar la negación del verbo transmitir, en tanto que la educación no debe construirse en torno a estructuras jerárquicas, en las cuales el docente sea "el que sabe" y el discente "el que no sabe". El docente no dispone del conocimiento absoluto, ni de la única verdad. Estos conceptos no existen.

Ahora, el docente "facilita" al alumnado los caminos para alcanzar su propio conocimiento. No los recorre por ellos. Previene de los callejones sin salida, señala las autovías, recomienda hermosas carreteras secundarias menos transitadas, pero igual de válidas.

Y todo ello lo hace comunicándose. Rompiendo con las prácticas/teorías que equiparan semánticamente informar y comunicar. No transmite, no informa en el sentido bancario de Freire. Si dialoga, si se comunica (y al hacerlo informa y se informa). Y por ello necesita (y fomenta) que existan alumn@s dispuestos a tener voz, dispuestos a ser comunicadores. Dispuestos a crear su propio conocimiento. Dispuestos a construir su propia ruta, a través de caminos diversos, en trayectos individuales y colectivos. Dispuestos a ser críticos con los caminos que otros pretenden diseñar para ell@s. Dispuestos a recibir información, pero con la suficiente capacidad para saber utilizarla, editarla, extenderla, reenviarla o rechazarla.

Un docente que se comunica y por tanto no impone. Se comunica y por tanto expone. Se comunica y por tanto dispone, para si y para otros, de un espacio para comunicarse. Para crear opiniones, para debatir y rebatir. Un espacio en el que tod@s sientan que pueden auto y hetero construirse.

Un espacio comunicativo en el cual estén presentes el conocimiento y los valores, y véase que utilizo tanto artículos como sustantivos en minúscula, como nombre común, a diferencia de las pretensiones restrictivas que subyacen en muchas prácticas (y leyes) educativas.